Naturaleza

Algo empuja…

Siente el impulso

atravesar el umbral

hacia un nuevo lugar.

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Vivir sin ti

Vivir sin ti ahora es un imposible tan doloroso que no puedo pensar en nada más.

Vivir sin ti ahora se convierte en un verdadero pantano de lodo.

Vivir sin ti ahora abre en mi una tristeza infinita.

Vivir sin ti ahora me parece asfixiante.

Vivir sin ti, ahora…

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Y en algún lugar de nosotros y nosotras la semilla brota y crece en ese Vivir sin ti.

Y ya no volveremos a ser las mismas ni los mismos. Y ahora delante de nosotros se abre el abismo, ¿y ahora qué? la parálisis nos habita, cuando todo es: vacío, muerte y dolor. Vivimos sin vivir.

No existen recetas que nos curen mágicamente y nos hagan aceptar la muerte de un ser querido sin: el dolor, la lucha, la pérdida, el vacío, la soledad… que conllevan los finales. Cuando se acaba una relación, ante la muerte de un ser querido o en una crisis vital nada de lo aprendido nos sirve, porqué estamos ante lo desconocido. Cada uno y cada una deberá recorrer su propio sendero, sus abismos y paisajes interiores desarrollando paso a paso recursos y raíces para sostenerse.

Y ese es mi oficio, acompañarte a encontrar un sentido en tu abismo, en la oscuridad de tu dolor y tu tristeza. De caminar junto a ti.

Ofrezco sesiones individuales de Terapia de Duelo en Barcelona. Para más información o para contactar conmigo aquí.

 

 

 

¿Porqué la muerte nos asusta tanto?

Todos sabemos que algún día moriremos, aún así…

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Transitando el dolor

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La vida resulta un lugar extraño, cambiante y lleno de retos. Alegrías y tristezas dibujan el horizonte de un nuevo día. ¿Cuán extraviados nos sentimos sin la compañía y el contacto con aquellas personas que formaron parte de nuestra vida?

Y junto con la tristeza transitamos el dolor… el dolor de vivir de nuevo, el dolor de tocar con el silencio, con el vacío… ¿Podemos descansar en una nueva manera de relacionarnos con su pérdida?¿Podré dejar de llorar cuando piense en él? ¿Desaparecerá ese dolor agudo y sordo en el pecho?¿Podré volver a descansar?

Preguntas y más preguntas se acumulan y las respuestas parecen no llegar o ser absurdas.

Quizás hoy, tal vez ahora podamos sentir nuestra pérdida y escuchar sus matices, sin intentar analizarla, edulcorarla o anestesiarla. Como el oyente atento y sensible a las variaciones de la más conmovedora pieza jamás escuchada. La tuya, esa pieza que hila con: tu tristeza, tu dolor y tus recuerdos se van arremolinando en tu piel y explotan en tu pecho.

No hay nada que hacer, simplemente sentir y escuchar el movimiento cambiante de nuestro ser.